jueves, 10 de noviembre de 2011

...y aquí es donde empiezan a ganarla: con sudor!






Trabajar, repite Palo Pandolfo como un mantra.Trabajar, dijo Freud, como una de las patas fundamentales en la vida.La otra pata es el amor.Me pregunto si es posible.Claro, es posible ya que la mayoría de las personas viven y trabajan en algo que no aman y aquello que aman les pasa por otro lado (en el mejor de los casos).
A mi siempre me insistieron en que haga lo que me gusta. Simplemente porque lo vas a tener que hacer toda tu vida, me decían. Hacer lo que uno ama, contrariamente a lo que imaginan aquellos que se piensan menos afortunados; no es fácil.Hacer lo que amamos no nos exime del esfuerzo, ni de la frustración. Ni siquiera del tedio y mucho menos de los impuestos.Hacer lo que nos gusta cuesta mucho trabajo.Sostener nuestros deseos en esta realidad que siempre apuesta contra ello es muy difícil pero más gratificante. 
Quisiera saber porque en nuestra sociedad el amor al trabajo esta mal visto. Por qué solo se ve dignificado quién trabaja en condiciones de sometimiento. Sí, creo que el sacrificio esta demasiado asociado a trabajar y para mi no es igual.Allí esta la diferencia, nada más y nada menos...cuando el trabajo que haces te gusta sentís amor y el amor te hace más libre.Vivir solo cuesta vida dijo el Indio.





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